PROYECTO_CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LA ENERGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE HUELVA. 2010


El proyecto tiene la intención, en su implantación, de relacionarse con los accidentes naturales y antrópicos que le rodea. Así, la primera ordenación de la parcela se estructura como unas salinas naturales, propias del estuario. La fragmentación horizontal en bandas paralelas es analógica con las divisiones de los secaderos salinos.

Una vez ordenado el plano horizontal sobre el que vamos a levantar nuestra arquitectura, y en la búsqueda de esas referencias, más intangibles, que aten nuestro edificio con la “idea” de energía, proponemos una arquitectura de volúmenes sencillos, estructuralmente bien resueltos, y que concentren toda su intensidad en la resolución de su piel. Es, en efecto, la piel de estos volúmenes, la envolvente que relaciona el ambiente exterior con el interior, en donde se halla la intensidad de nuestro proyecto, y donde la idea que buscamos encuentra su lugar.

Proyectamos por ello una envolvente lo más eficiente energéticamente que podemos construir, y que a su vez ofrezca una imagen acorde con el uso que se desarrolla en su interior. Una piel “energética”, eficaz y atractiva, una piel inteligente y bien resuelta constructivamente. Para ello la envolvente de nuestros volúmenes busca a través de diversas estrategias, posteriormente explicadas, su idoneidad a este objetivo. Su forma, su orientación, sus materiales constituyentes, sus instalaciones previstas, y sus relaciones volumétricas individuales y relacionadas, pretenden ofrecer la mejor respuesta energética al entorno donde se halla.